viernes, 24 de agosto de 2012




Represión contra jóvenes chilenos que  exigen educación pública y gratuita.


La represión a la libertad de expresión quedo más que manifiesta con el proceder de la policía, obviamente la represión estaba planificada;  pues si bien es cierto que los estudiantes no contaban con el permiso para proceder a realizar la protesta, también lo es que en días cercanos, el mismo presidente advirtiera estar abierto al dialogo y en busca de acuerdos. En mi opinión, la respuesta del gobierno de Piñera a las demandas del movimiento es una indolencia. Es decir, no basta con las ofertas de crédito, las becas y una reforma tributaria; se requiere además  cambios estructurales del sistema educacional.



Considero que un punto fundamental  para el logro de una educación de calidad se asocia con el rol que pueda jugar el Estado en la administración y regulación de sus establecimientos. Debo mencionar que es cierto que muchas de las demandas son justificables pero también lo es que no todas son viables.  La economía actual no da para mucho, tan solo los municipios casi sin excepción se han endeudado sobremanera y a duras penas logran financiar a las escuelas y al cuerpo docente, y eso  sin mencionar la económica de chile  en general. 


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